
Alguna vez escuche de un amigo una historia: Ésta historia contaba que un hombre se había enamorado de una estrella, y que cada día esperaba la puesta del sol para poder adentrarse en el misterio de contemplar a su amada, todas las noches la contemplaba y le dedicaba un poema:
Por la oscuridad, te evoco mi dama misterio no te puedo olvidar, que harás en este instante un culto a la oscuridad o solamente imaginar el beso que me hace talismán, eres la hechicera que me dio la luna llena y con el néctar de tus labios me impregnado de tinieblas, o eres la penumbra transparente hacia el ocaso que ha empañado mi tristeza de un veneno que deleita.
Así pasaron muchos años, cuando el hombre se dio cuenta que su amada no le pertenecía, quiso acercarse a ella, subió hasta la montaña mas alta del planeta, y desde ahí trato de declararle su amor, pero en cuanto la tuvo tan cerca, sus músculos quedaron como petrificados, su corazón dejo de latir, el brillo de aquella estrella era tal; que cuentan los que la vieron que brillaba más que el sol; una lagrima se deslizaba por el rostro del amado, cuando decidió salir al encuentro de su estrella, y el vértigo del abismo, lo regreso con violencia a su mundo, a vivir la misma muerte cotidiana...
Desde entonces estoy aquí, tratando de no complicar esta vulgaridad que es vivir.
1 comentario:
Muchas gracias por todo, no me imaginé nunca conocer al niño más lindo del mundo y mucho menos llegar a quererlo como lo estoy llegando a querer, eres muy especial.....te quiero muuuucho
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