Cosas que jamás oirás...

Caminar por las orillas del rio sagrado me permitió encontrar algo que sin querer estaba perdiendo, he visto niños de colores jugando y trabajando también, mueres y hombres danzantes que sin importarles el sol seguían, caminar contigo por la montaña, riendo y jugando, olvidando por instante que tu y yo somos tan diferentes, nuestras conversaciones tan porfiadas sobre la existencia y no existencia de vidas pasadas, y yo dudando de la resurrección, tu jugando conmigo, tus ojos grandes iluminando el día, al final descubrí que el atardecer no es la muerte del día sino el inicio de una vida mágica, de un instante de alquimia y retorica, donde puedo decir esas cosas que jamás oirás de mi boca...